dilluns, 14 de març del 2011

Reconciliación

Mientras lo rociaba con gasolina una visión le cruzo la mente.

El día en que lo vio por primera vez y se enamoró irremediablemente. Una voz trató de alzarse en su interior, pidiendo compasión y cordura.

Pero mil impulsos la acallaron, agresivos, violentos, haciendo volver cada segundo de dolor, cada momento de locura a su lado, despojados de cualquier rastro de amor, de humanidad. Recordó las palizas, los insultos, el miedo, los temblores, la vergüenza, el silencio de todos.

Hacia mucho que dejó de soñar con algo de justicia.

Ahora su cuerpo solo reclamaba venganza. Y no dudó en ofrecérsela, tirando el cigarrillo al suelo, bien cerquita de él.

Cuando se fue, dio por finalizado su tratamiento. Por fin había sido capaz de sacarlo de su vida. Y, mas importante aún, por fin había hecho las paces con ella misma

2 comentaris:

  1. Me gusta todo esto aunque esté en catalán.

    ResponElimina
  2. Hay que tener mucho valor para enfrentarse a esos recuerdos. Y para acabar con ellos.
    Salud

    ResponElimina